Buscamos un teatro que nos pierda, que nos confunda, que NO dé explicaciones y que no revele lo que permanece escondido. Un teatro que de pronto apague la luz y que desde la tinieblas, tanteando vaya deformando y deconstruyendo una realidad que ha todas luces y desde cualquier punto de viste ha fracasado.
Como el poeta chileno Huidobro creemos que “Los cuatro puntos cardinales: son tres, Norte y Sur”, pero dudamos que el Norte contenga un sentido geográfico o ideológico y le atribuimos unas características linguisticas, semánticas y simbólicas que tiene que ver con el destino. Las palabras solo son eso símbolos.
Simbología esotérica para lograr afinar el alma.
Las palabras no son mercancía de intercambio.
“Afinación” por otro lado nos parece una palabra devaluada en el gran universo del idioma español.
Así nuestro teatro, este que acab de dar inicio, pretende explorar la infinidad de combinaciones linguisticas con el único fin de afinar nuestro espíritu en relación con la naturaleza, o con lo que ustedes llaman sociedad.
Nuestro teatro utiliza las palabras para poder establecer un puente con el espectador, pero una vez atravesado ese puente ( si es que tiene el coraje). Cuando todos estemos del lado del arte se comprenderá con mayor claridad porque las palabras son el medio de comunicación más ineficiente que utilizamos.